Entonces, cambias de estrategia, piensas, reflexionas, decides y varías tu hábitos. Vuelves a intentarlo, con mas ahínco. Pero nada surge.
Es entonces cuando pierdes el interés, pero es una perdida artificial, donde esperas subrepticiamente, sin ni siquiera saberlo, a que algo, lo que sea, salga a flote. Pero no hay nada.
Te olvidas, y queda todo como una cicatriz, que te recuerda lo que nunca obtuviste de ese terreno, que te hace mirar con resentimiento esa situación. Pero nada llega.
Y al final de todo, cuando ya no hay ni cicatriz, cuando ya no queda ni resentimiento ni dolor, es cuando te das cuenta de que es un terreno baldío, sin esperanza ni proposito. Que es mejor que cojas tus aperos y cambies de lugar, pues este no te dará ni un apice de lo que trabajes en el.
Así que decides irte.
A tu espalda, mientras te haces mas y mas pequeño, una manchita verde surge entre la tierra y dos pequeñas hojitas se alzan hacia el cielo.
Por que hasta en el terreno mas baldío se puede encontrar la vida.
Gracias a EvilLate por seguir con nosotros!
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