A veces lo intentas una y otra vez. Te planteas metas, trabajas duro y observas lo que obtienes. Y ves que ha sido nada.
Entonces, cambias de estrategia, piensas, reflexionas, decides y varías tu hábitos. Vuelves a intentarlo, con mas ahínco. Pero nada surge.
Es entonces cuando pierdes el interés, pero es una perdida artificial, donde esperas subrepticiamente, sin ni siquiera saberlo, a que algo, lo que sea, salga a flote. Pero no hay nada.