Panecillos mutados por las ondas radiactivas de una bomba nuclear, explotada por unos niños que juegan al ajedrez mientras un caracol toca el saxofón dentro de un televisor roto, encabezan la revolución de las hormigas portando un cartel con la inscripción: “No hay hombre grande si no pez espada pequeño”. Las sillas y los carritos conforman el sector percusivo de la procesión mientras las velas huyen extinguiéndose a cada paso. El rojo, verde, azul de la matriz de color se fusionan con la transformada de Fourier de las ondas cerebrales de un reloj que no da nunca la hora. Calzoncillos sucios escondidas en las tripas de un cochino tras sueños húmedos de un colegial, la víctima, una vieja profesora de tetas caídas violada por un cocodrilo, hijo de un retrete y el ovulo de una cuarentona, (cosas de estar ordenada…), cantan a la vez que las cuerdas de los violines vuelan por el aire al son de las extrañas melodía producidas por toallas mojadas al golpearse, un par de zapatos bailan descoordinadamente, una guitarra eléctrica solea en una esquina mientras las teclas negras del piano huyen de las blancas. Las pantallas de los ordenadores muestran imágenes de lugares que nunca visitarás, las maletas se ríen de ti a carcajadas, un pijama te susurra al oído que huele mal, que lo laves, las sabanas de tu cama se revelan y te destapan constantemente produciéndote catarros infernales, el buzón cierra la comitiva acompañado de los legos que se destruyen y reconstruyen a cada paso produciendo nuevas figuras, ¡¡el carnaval a comenzado !! Un enorme elefante que dispara CDs a diestro y siniestro por su enorme trompa porta el trono de los elegidos. Los frigoríficos escupen todo lo que hay en su interior mientras los cactus arrojan sus pinzas al aire como si de unos cañones portados por enigmáticas serpientes se tratase, el desierto se viste de violeta mientras el coyote se ríe del corre caminos. El ventilador está en huelga y porta un cartel de “no mas aire acondisioplado” Los copos de nieve hacen su aparición estelar y lo inundan todo a la vez que el sol que quema la solo las partes de piel donde no tienes crema. Ruedas cuadradas de bicitaxis que potan libretas llenas de palabras que forman castillos de arena que se hunden al paso de un ciempiés. La vida en un pañuelo lleno de verdes mocos que acabaran en una alcantarilla donde el agua es de cualquier color menos transparente. Las olas enfurecidas escupen abrecartas mientras las nubes dejan caer suavemente millares de condones de todos los colores y sabores.
¡El espectáculo acaba de comenzar!
Muchisimas Gracias a Gabriel por su Texto, muy en la linea impresionista, es bueno tener aire fresco por este blog, no pasarás desapercibido, el demiurgo promete; el demiurgo cumple.
